LECTIO DIVINA TERCER DOMINGO DE ADVIENTO


         Lectio  divina             Fuente: DABAR
  
TERCER DOMINGO de ADVIENTO. Ciclo “C”   16 de Diciembre de 2012
So 3, 14-18ª; Flp 4, 4-7; Lc 3, 10-18

1.      Oración inicial:
Te damos gracias, Señor, por todo el conjunto de regalos que recibimos de Ti. Es también la actitud más propia de quien sabe que vive recibiendo del cielo y de los demás la inmensa cantidad de cosas necesarias para la vida.
2. Lectura comprensiva: LUCAS 3, 10-18
En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: « ¿Entonces, qué hacemos?» El contestó: «El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo». Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: «Maestro, ¿qué hacemos nosotros?» El les contestó: «No exijáis más de lo establecido». Unos militares le preguntaron: «¿Qué hacemos nosotros?» El les contestó: «No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga». El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga». Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba la Buena Noticia.
3. Comentario bíblico:
a. Aclaraciones al texto
V.10 La gente. Los que se saben tallados de la roca de Abrahán y se consideran miembros de derecho del Pueblo Dios.
V.11 Túnica. Prenda interior, especie de camisa, que se llevaba debajo del manto. Tener dos túnicas no significaba llevarlas puestas a la vez.
V.12 Publicanos. Recaudadores judíos de impuestos para Roma o para los gobernantes civiles locales. El sistema de recaudación se prestaba a abusos. De ahí que la gente homologara a los recaudadores con los pecadores y no los considerara miembros de derecho del Pueblo de Dios.
V.14 Militares. El término adoptado no es muy apropiado. Los militares de los que habla la traducción no podían ser miembros de las tropas romanas de ocupación, porque en aquella época no había ninguna legión romana con base en Palestina.  Se trataba probablemente de personal judío con funciones policiales de apoyo a Herodes Antipas o a los recaudadores de impuestos. La posición de que gozaban estas fuerzas de apoyo les facilitaba el uso de la intimidación para sacar dinero a la gente. De ahí que la gente los asociara con los publicanos y, que al igual que a estos, no los considerara miembros de derecho del Pueblo de Dios.
V.16 Bautismo con agua; bautismo con espíritu santo y fuego. No se trata tanto de una contraposición de ritos cuanto de símbolos. En el Antiguo Testamento espíritu y fuego son símbolos divinos; no así el agua. Desatar la correa de las sandalias. Expresión gráfica con reminiscencias del antiquísimo derecho consuetudinario judío, según el cual la acción de desatar la correa a alguien expresaba  preeminencia y  derecho sobre ese alguien. Esto supuesto, la frase no merezco desatarle la correa habría que cambiarla por no tengo la capacidad (es decir, el derecho) de desatarle la correa. El término empleado en el original para no merezco permite perfectamente la traducción no tengo capacidad.
V.17. Aventar su parva. Traducción inexacta del original griego limpiar su era. Traducción de todo el versículo: En la mano tiene el bieldo para limpiar su era y reunir el trigo en su granero; pero la paja la quemará con un fuego inextinguible.  
b. Texto
Veíamos el domingo pasado que Juan era el profeta a través del cual Dios pedía conversión. Veíamos también que no era ésta una petición nueva por parte de Dios. Lucas, en efecto, aducía una cita de Isaías para hacer ver que esta misma petición ya la había hecho Dios mucho tiempo atrás. Se trata, en definitiva, de una petición que Dios formula continuamente, para que todos puedan ser partícipes de su salvación. Recordemos que Lucas citaba el pasaje de Isaías prácticamente en su integridad, para dar cabida a la frase final del mismo: Y todos verán la salvación de Dios. Esta universalidad no debe pasarse por alto. Dios pedía y sigue pidiendo un cambio en las personas, en todas sin excepción.
El profeta Juan transmitió la petición de Dios con urgencia y pasión. ¡Camada de víboras! ¿Quién os ha enseñado a huir de la inminente ira de Dios? Ya está puesta el hacha a la raíz de los árboles, y todo árbol que no de fruto bueno será cortado y arrojado al fuego. Con esta contundencia hablaba Juan a la gente orgullosamente segura de saberse descendiente de Abrahán y, por lo mismo, al abrigo de la ira de Dios. Juan quiebra ese orgullo y esa seguridad amenazando con la ira de Dios, es decir, con aquello precisamente  de lo que se sentían al abrigo en razón de su descendencia biológica, se comportaran como se comportaran. Juan amenazaba con la ira de Dios y exigía una conducta acorde con la reforma interior de la propia vida. Se lo exigía a todos los descendientes de Abrahán sin excepción. Era de puertas adentro donde tenía que empezar visualizándose la universalidad de la salvación de Dios, sin distinciones de buenos y malos: todos tenían motivos para cambiar.
4. Meditación:
Indicaciones para nuestra vida
Compartir lo que se tiene con el que no tiene. Evitar los abusos y la falta de escrúpulos en los cobros.
Renunciar a métodos intimidatorios para obtener dinero. Tres maneras concretas de conversión, las tres de actualidad  ayer y de actualidad hoy. ¿O quizás hoy más que ayer?
Convertirse no es acudir a prácticas extrañas o extravagantes. La conversión de cada uno de nosotros pasa por el concreto de nuestras vidas. No se nos pide nada que no esté a nuestro alcance.
Así convertidos, estaremos en disposición de recibir al  Dios que viene y de experimentar su fuerza divina purificadora. ¿Convertidos para nosotros mismos? No. ¡Convertidos para Dios!
Preguntas y cuestiones
Son dos mil años desde que los seguidores de Juan le hacían esta pregunta, y todavía hoy seguimos haciéndonosla. Y desde hace dos mil años tenemos la respuesta, una respuesta que nos solucionaría la vida, que nos permitiría salir de la crisis, que nos permitiría dar vida a quienes ahora carecen de algo que se pueda llamar de tal forma.
¿Qué tenemos que hacer? Y si lo sabemos ¿por qué no lo hacemos?
5, Contemplación:
Los que escuchan al Bautista son mujeres y hombres que se atreven a enfrentarse a su propia verdad y están dispuestos a transformar sus vidas, y en esto  encontrarán que el camino es el prójimo, que el medio es la justicia... Pero nosotros ¿qué haremos?, ¿qué nos preguntaremos?
6. Oración:
¡Oh, Dios! despierta nuestro ánimo en tiempos de invierno religioso y de sensación de ausencia tuya. Haznos mensajeros de tu nacimiento. Que te unamos con la alegría y entendamos que nos liberas de nuestras ataduras al mundo que no cree en el futuro, porque Tú eres el futuro de todos nosotros y del mundo. Por Jesucristo, Nuestro Señor.

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