La labor
de los Centros de Orientación Familiar (COF)
El abrazo de la Iglesia a
sus hijos en dificultades
<< Como el Estado no desarrolla políticas
familiares, la Iglesia está junto a las familias. E igual que la respuesta a la
pobreza material del siglo XIX generó el nacimiento de las Cáritas
parroquiales, hoy, ante el desarraigo que experimentan las familias, la Iglesia
responde con iniciativas concretas. Por ejemplo, los Centros de Orientación
Familiar (COF), que en cada parroquia hacen accesible una solución a
situaciones familiares difíciles, para personas de dentro y de fuera de la
Iglesia: carencias materiales, problemas con los hijos o en el matrimonio,
desorientación ante una crisis, violencia doméstica...»: así se expresaba
monseñor Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares y Presidente de la
Subcomisión episcopal para la Familia y Defensa de la Vida, en estas mismas
páginas, no hace mucho tiempo. De igual manera que la Iglesia siempre ha estado
junto a los más desamparados, hoy ofrece su abrazo a los nuevos pobres: matrimonios
en crisis, familias destruidas, padres desnortados, hijos sin rumbo, mujeres
tentadas por el aborto, madres embarazadas con dificultades económicas...
Ante el clima de inestabilidad que rodea – y,
muchas veces, afecta directamente – a los millones de familias que hay en
España, la Iglesia ofrece la ayuda de los Centros de Orientación Familiar
(COF). Sus orientadores y profesionales conocen bien los estragos que hace en
la familia la mentalidad divorcista y su poderoso efecto-contagio – hoy,
en España, se rompe un matrimonio cada 4 minutos –.
Muchas veces, son ellos los encargados de
recomponer los alambres afectivos de una familia en la que no fluye la
comunicación, o en la que, simplemente, no hay tiempo de convivencia en común –
hoy, cuando las jornadas laborales se estiran hasta la noche, e incluso hasta
el domingo, el 27 por ciento de los niños españoles de entre 6 y 14 años
aseguran sentirse solos en sus casas, al volver del colegio, y 70 mil de ellos
cenan sin la compañía de sus padres –. En los COF conocen bien las dificultades
ante un embarazo inesperado, cuando la ley del aborto pretende hacer de este
drama un derecho, y cuando una mujer puede obtener la píldora del día
después sin receta en cualquier farmacia...
La labor de los COF, dirigida tanto a creyentes
como a no creyentes, se desarrolla, básicamente, en cuatro ámbitos: Terapia,
Formación, Actividad provida y Espiritualidad conyugal.
Son la apuesta de la Iglesia por la familia, por
el amor y por la vida.
Terapia matrimonial y familiar
Fuimos al COF porque nos queremos
«Fuimos al COF porque nos queremos. Mi mujer y
yo estábamos atravesando una temporada difícil; prácticamente, nos acabábamos de
casar, y pienso que esos momentos duros se debían a los ajustes que todo
matrimonio necesita al principio de su vida en común. En definitiva, lo que nos
pasaba es que yo no sabía discutir: gritaba mucho y me daban prontos que ahora
pienso que nadie, y mucho menos mi mujer, tiene la obligación de soportar; por
otra parte, la relación tan frecuente con la familia de mi mujer tampoco nos
estaba haciendo mucho bien...
En el COF nos dieron unas orientaciones a ambos
para mejorar en ambos aspectos, y eso nos ha ayudado mucho hasta el día de
hoy»: éste es uno de tantos matrimonios que llegan a los COF solicitando una
ayuda para su relación. Llegan con problemas de todo tipo, y en ellos se les
dan herramientas para mejorar su comunicación y afianzar su relación.
En el COF diocesano Dos Hermanas, de
Sevilla, se presentan matrimonios con dificultades en su relación, algo que
muchas veces tiene repercusiones en el resto de su familia: «Llegan con
problemas de comunicación, de falta de diálogo con los hijos, en bastantes
casos con los abuelos y con la familia extensa del matrimonio...; y últimamente
nos están llegando bastantes casos de matrimonios a los que la crisis económica
está afectando a su vida familiar...», señala don Mario González, quien dirige
el COF junto a su mujer, doña Monserrat Clares.
Para ellos, el problema principal hoy en día
para muchos matrimonios es que «aguantamos cada vez menos, y enseguida nos
queremos separar; el ambiente repercute en la vida familiar, y las bases no son
roca sólida: cada vez somos más egoístas, primamos el éxito profesional sobre la
familia, somos muy individualistas..., y, cuanto más jóvenes, eso se ve más.
Además, las parejas en las que no ha habido un noviazgo sólido, bien edificado,
son las que primero se rompen».
Junto a Mario y Monserrat trabaja un equipo de
tres matrimonios, cada uno en una etapa de la vida matrimonial, y varios
profesionales especializados. Cuando llega un matrimonio con problemas, uno de estos
matrimonios hace con ellos una entrevista de acogida: «Lo fundamental es la escucha
– afirma Mario –, porque la gente tiene mucha necesidad de contar sus
problemas, se sienten muy solos, en ocasiones desesperados; a veces vienen con
conflictos que han llegado muy lejos.
En un primer momento, nosotros les escuchamos, y
les proponemos también nuestro testimonio de vida: que nosotros hemos pasado también
por las mismas dificultades, y que se puede salir adelante. Desdramatizamos las
situaciones porque hemos pasado también por ellas. Aportar nuestra experiencia
ayuda mucho a tantas personas que llegan aquí bloqueadas por su problema. Les
hacemos ver que se puede salir, y les transmitimos que hay esperanza para
recuperar su relación».
«La mayoría de la gente, en realidad, lo que
quiere es recuperar su relación – continúa el director del COF Dos Hermanas –;
quieren recuperar a su pareja y a sus hijos; en definitiva, quieren recuperar a
su familia. Después de esa primera entrevista, si es necesario, los Cuando,
en 1867, la Iglesia fundó Cáritas Internacional, lo hizo para paliar la
indigencia material en la que viven millones de personas en todo el planeta.
Hoy, se extiende por el mundo un nuevo tipo de pobreza: familias rotas,
matrimonios destruidos, hijos sin objetivos en la vida, mujeres y niños
víctimas de la lacra del aborto... Para hacer frente a esta epidemia afectiva,
la Iglesia abre a todos, creyentes y no creyentes, las puertas de sus Centros
de Orientación Familiar (COF), como el abrazo de la madre a los hijos que atraviesan
una situación difícil (jueves, 31 de enero de 2013
En portada ponemos en manos de orientadores
especializados que les dan las herramientas necesarias para ello,
principalmente una psicóloga y terapeuta familiar». Para los directores de este
centro, «los COF son un servicio de la Iglesia: igual que la gente acude a la
Iglesia para recibir los sacramentos o pedir la ayuda de Cáritas,
también puede llamar a la puerta de los COF en situaciones de conflicto
familiar. Los COF forman parte de la misión de la Iglesia, que abre sus brazos
para acoger a aquellos hijos suyos que están pasando un mal momento». Ésta es
la necesidad que están percibiendo los obispos en España, y por eso se está extendiendo
por todas las diócesis la creación de estos centros, como éste de Dos Hermanas,
que nació a instancias de monseñor Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla.
Otro dato más a favor de los COF es que atienden
tanto a católicos como a no católicos, y que en la mayoría de los casos ofrecen
un servicio totalmente gratuito: en el COF Dos Hermanas, son las propias
Hermandades y cofradías las que sufragan los gastos del centro.
Formación
Crisis... y herramientas para afrontarlas
Como un coche necesita pasar la ITV de
vez en cuando para ponerse a punto y arreglar algún problema técnico,
algo semejante sucede con el matrimonio. Doña Beatriz Domínguez, directora del COF
noroeste Reina de las familias, de Las Rozas (Madrid), afirma que «también
el matrimonio tiene, a lo largo de los años, un desgaste, y por eso, de vez en
cuando, necesita una revisión y arreglar lo que haga falta»; así lo hacen en el
Centro que dirige, organizando ITV matrimoniales para parejas según las
distintas etapas de la vida en común, cada una con sus dificultades y sus
oportunidades de crecimiento. «Ofrecemos un servicio en forma de talleres para
ayudar a los cónyuges a entender su matrimonio, y les damos herramientas para
hacerlo, insistiendo en la comunicación como una de las grandes claves para una
vida matrimonial plena y para evitar que el matrimonio se convierta en la convivencia
de dos vidas paralelas, sin comunión», explica.
Junto a la comunicación, doña Beatriz identifica
otros problemas que suelen ser comunes, aun con matices, en las distintas fases
de la vida matrimonial: la sexualidad, la relación con las familias de origen, el
reparto de la tareas del hogar, la relación con el trabajo y las decisiones económicas,
la educación consensuada de los hijos, el ocio y las amistades... A todo ello
intentan dar respuestas a través de las ITV del COF que dirige, «porque
el matrimonio es algo vivo, que hay que cuidar y renovar. El matrimonio es don
y tarea a la vez; el amor hay que aprenderlo y renovarlo con el paso
del tiempo». Y todo, desde una perspectiva realista: «Las crisis en un
matrimonio son inevitables, siempre van a existir. Las crisis son un cambio
ante algo nuevo, que precisa una adaptación sana a ese cambio; eso resultará
más o menos fácil y siempre requerirá un esfuerzo», señala doña Beatriz
Domínguez.
Un amor de verdad
La labor formativa de los COF abarca también la
formación de novios y de matrimonios en los llamados métodos de regulación
natural de la fertilidad. Doña María Luisa Gavás, enfermera y miembro del Centro
de Orientación Familiar COSPLAN, de Pamplona, afirma que este aprendizaje
«aporta grandes beneficios a la vida conyugal: fomenta el afecto de los
esposos, defiende el amor conyugal de los peligros del egoísmo y de la
agresividad, aumenta el respeto del hombre hacia la mujer a la vez que
acrecienta el amor de la esposa hacia el marido, promueve el diálogo y la
responsabilidad común, consolida la madurez de la personalidad y es fuente de
serenidad y paz, capacitando un influjo más profundo y eficaz para educar a los
hijos…» Y esta formación en las bases de una sexualidad humana plena y feliz se
extiende también en las charlas sobre Educación en la afectividad que COSPLAN
ofrece a jóvenes de Educación Secundaria y Bachillerato. «Tratamos de ayudar
a los jóvenes a descubrir el valor humano y humanizador de la sexualidad, como
invitación al acercamiento personal, al encuentro y al amor entre dos personas
desde un amor pleno de donación y acogida, estable y definitivo», explica doña
María Luisa. Al mismo tiempo, les hacen ver «las consecuencias positivas de la
vivencia de una sexualidad madura – alegría, amor auténtico, familia…– y las
repercusiones negativas de una sexualidad inmadura – soledad, insatisfacción,
embarazo imprevisto…–» Son cosas a las que los jóvenes de hoy no están acostumbrados
a escuchar; por eso, «cuando los chicos reciben estos cursos, descubren un modo
diferente de enfocar este tema. Lo que más destacan es que la sexualidad debe
ir unida al amor, que hombres y mujeres somos diferentes, que la vida empieza
en el momento de la concepción…», concluye María Luisa Gavás.
Apuesta por la vida
La Misericordia que sana las heridas
A la hora de hablar de la apuesta por la vida
que se hace desde los Centros de Orientación Familiar, es necesario hablar de Proyecto
Raquel, una iniciativa implantada en cada vez más COF de las diócesis españolas
para ayudar a chicas, mujeres y matrimonios que sufren las consecuencias de un
aborto provocado. La coordinadora de Proyecto Raquel en España, doña
María José Mansilla, explica que las mujeres contactan con ellos, muchas veces,
orientadas por un sacerdote con el que se han ido a confesar de un aborto;
también «funciona mucho el boca a oreja, porque cada mujer que viene nos
trae a otras amigas más; y también vienen matrimonios que acuden al COF con un
problema, y se dan cuenta de que detrás hay un aborto provocado; en otras
ocasiones, las deriva un médico de cabecera católico, porque si no lo es, lo
que hacen es intentar resolver el problema con unos ansiolíticos, y a correr.
En muchas ocasiones, las envían los psicólogos de colegios religiosos; o, si
estudian en un colegio público, las suele dirigir, en la mayoría de las
ocasiones, el profesor de Religión, porque el resto de docentes no se moja».
Ante lo sorprendente de estos datos, doña María José confirma que la mujer más
joven que han atendido es una niña de 14 años; y la mayor, una mujer de 74
años.
La señora Mansilla explica que Proyecto
Raquel es «una iniciativa provida que nace de la propia Iglesia diocesana,
y que cuenta en cada COF en el que está implantado con una consejera, un
psicólogo o psiquiatra, y un sacerdote, todos ellos capacitados específicamente
para este Proyecto; porque esta iniciativa no es una terapia psicológica, sino
que es un acompañamiento espiritual – en el que se usan métodos psicológicos –,
y este proceso tiene unas fases, y tiene un principio y un final. Esto las
anima mucho, porque muchas de ellas, a lo máximo a lo que han llegado es a
desahogarse con un psicólogo, pero aquí dan el paso del perdón y de la
reconciliación, incluso con su propio bebé.
El paso más importante de este Proyecto es la
reconciliación: con Dios, con el hijo abortado, consigo misma... Al cabo de un
tiempo, puedes pensar en lo que te ha pasado con paz y sin angustia. El
objetivo es que estas chicas se encuentren con la misericordia del Padre;
cuando lo hacen, toda su vida cambia, y hay un antes y un después muy claro; porque
el aborto es algo que se puede sanar y curar, lo vemos cada día, las chicas
salen con sus heridas sanadas por la misericordia». Una misericordia que está
siempre presente en cualquier COF de España. El listado de COF y de
instituciones provida en España se puede consultar en: www.conferenciaepiscopal.es/apoyoalavida
Juan Luis Vázquez
Díaz-Mayordomo