LECTIO DIVINA

         Lectio  divina             Fuente: DABAR

  Domingo_22º T.O. Ciclo “C”   1 de Septiembre de 2013

Ecl 3, 17-18.20.28-29; Sal 67, 4-7.10-11; Heb 12, 18-19;22-24ª; Lc 14, 1.7-14

1.       Oración inicial:

Dios todopoderoso, de quien procede todo bien, siembra en nuestros corazones el amor de tu nombre, para que, haciendo más religiosa nuestra vida, acrecientes el bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserves.

2. Lectura comprensiva: Lucas 14,1.7‑14

Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: “Cédele el puesto a éste”. Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba”. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido». Y dijo al que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos».

3. Comentario bíblico:

a. Aclaraciones al Texto

 V.1 Lo estaban espiando. La actividad de Jesús (hechos y palabras) suscitaba dudas en altos círculos fariseos.

Vs.9-10 No te coloques en el sitio de los grandes, porque es mejor que te digan “sube acá”, que ser humillado delante del príncipe (Proverbios 25,6-7).  

V.11 El que se enaltece será humillado; el que se humilla será enaltecido. Empleo de la voz pasiva por respeto al nombre de Dios, que un judío jamás pronunciaba.

V.14 Te pagarán. El original griego emplea la voz pasiva, por la misma razón que en el v.11. Expresión equivalente nuestra: Dios te lo pagará.   

b. Texto

La situación es hoy una comida en casa de un influyente miembro fariseo. El dato es  exponente del grado de preocupación que Jesús suscitaba en altos círculos religiosos. Lucas lo expresa con la indicación genérica lo estaban espiando. Jesús conocía las inquietudes de los fariseos acerca de su persona; sabía que era minuciosamente analizado en lo que hacía y en lo que decía, sin que por ello se viera impedido de hacer y hablar en libertad.

Lucas ofrece hoy dos botones de muestra de la libertad de Jesús, tomados de la observación de lo que veía a su alrededor.

Primer botón: Notando que los convidados escogían los primeros puestos. De la observación discreta a la crítica también discreta. Jesús habla como si sus palabras no guardaran relación con los convidados de la sala. Cuando te conviden a una boda. ¿Consejos de buenos modales? No perdamos de vista que se trataba de una comida con personalidades religiosas importantes, expertas en la Escritura Santa y preocupadas por lo que Jesús hacía y decía. Como tales, tenían que rendirse a la evidencia de que  Jesús era tan erudito como ellos en el conocimiento de la Escritura Santa: les estaba parafraseando un pasaje del libro de los Proverbios (ver cita arriba). Pero con ello, Jesús les estaba diciendo algo mucho más importante: su fuente de saber y de sabiduría era Dios; de Dios venía lo que sabía; a Dios debía lo que sabía; hablaba desde lo que había visto en Dios. ¿Buenos modales? ¡Algo mucho más importante!: Humildad. Un Dios humilde gusta de personas humildes.

Segundo botón: Cuando des una comida o una cena. ¿Descortesía con el anfitrión? Oigamos lo que Jesús le dice: No invites a quien puede corresponderte; invita a quien no puede hacerlo. Más que palabras descorteses, lo que oímos son más bien  palabras desconcertantes. Recurso en el que Jesús era un consumado maestro. Estamos ante palabras genuinas de Jesús y no ante palabras inventadas por el evangelista. No invites a tus amigos… Invita a pobres… ¿Propuesta descortés? ¡Propuesta desconcertante! Esto es lo que debió experimentar el anfitrión: un enorme desconcierto. En términos gráficos y llamativos, lo que  Jesús estaba proponiendo a su importante anfitrión era simple y llanamente que eliminara cualquier cálculo interesado en sus relaciones sociales.

¿En base a qué o por qué propone esto Jesús? En base a Dios, porque Dios no actúa nunca por cálculo interesado. Dios es enteramente desinteresado. Al igual que ha hecho antes con los convidados, invitándolos a abrirse a Dios y a mirarse con los ojos de Dios, hace Jesús ahora con el anfitrión: también a este  lo invita a abrirse a Dios, a mirarse con los ojos de Dios, para terminar diciéndole: relaciónate con los demás desinteresadamente.

4. Meditación:

a. Indicaciones para nuestra vida

¡Ahí es nada!; Jesús nos desvela lo que a Dios le gusta y, desde los gustos de Dios, nos pide ser humildes y desinteresados.

Ser humildes, reconociendo los valores del otro. Ser desinteresados, abriéndonos al otro y queriendo lo que es mejor para él.

San Pablo clavó lo que Jesús nos pide hoy: Nada hagáis por rivalidad ni por  vanagloria, sino con  humildad, considerando cada cual a los demás como superiores a sí mismo, buscando cada cual no su propio interés sino el de los demás (Filipenses 2,3-4).

b. Preguntas y cuestiones

Si el ambiente que se da en un banquete familiar, con sus risas y saludos, su espontaneidad y su trato cordial, es el signo que describe nuestras sensaciones futuras en eso que llamamos Reino de Dios, es lógico que nos preguntemos sobre nuestras actitudes en la vida y los rasgos que distinguen nuestras celebraciones.

¿Por qué no es sonrisa una característica inseparable de la forma de ser cristiano?

¿Por qué no superamos la seriedad rigurosa, el comportamiento frío y la participación pasiva en nuestras celebraciones de lo que llamamos cena?

¿Por qué estamos tan anclados en la actitud ascética, a la que Jesús no invita, y no entramos, en cambio en la línea de la sencillez, a la que Jesús sí invita?

5, Contemplación:

Cuando des un banquete, invita a los pobres que no pueden pagarte, te pagarán cuando resuciten los justos

6. Oración:

Señor, entre la humildad y el amor estableces una relación vital. Me enseñas a estar en mi sitio y a hacer el bien a tus predilectos, los más pobres, que no podrán pagármelo en esta vida. 

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