LECTIO DIVINA. DÍA CORPUS

Lectio  divina             Fuente: DABAR
  Día del Corpus. Ciclo “C”   2 de Junio de 2013
Gen 14, 18-20; Sal 109, 1-4; 1Cor 11, 23-26; Lc 9, 11b-17
1.      Oración inicial: En nuestros días, Padre, muchos estamos cansados como el profeta Elías cuando huyó al desierto. Otros, como Pablo al caer en el camino de Damasco, no sabemos qué hemos de hacer realmente ante tanta corrupción, injusticia y dolor en este mundo. Más de uno se identifica con el viajero caído en manos de ladrones y herido a palos. Venimos hoy a tu casa en busca de luz, de ánimo y de paz. Que tu Espíritu se derrame sobre nosotros y transforme nuestra pobre impotencia en vida nueva.
2. Lectura comprensiva: Lucas 9,11 b‑17
En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar al gentío del reino de Dios y curó a los que lo necesitaban.
Caía la tarde, y los Doce se le acercaron a decirle: «Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado». Él les contestó: «Dadles vosotros de comer». Ellos replicaron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío». Porque eran unos cinco mil hombres. Jesús dijo a sus discípulos: «Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta». Lo hicieron así, y todos se echaron. Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos.
3. Comentario bíblico:
a. Aclaraciones al Texto
V.12 Los Doce. Ellos toman la iniciativa. Despide a la gente. Despedir en sentido de dejar marchar. Alojamiento y comida. El griego habla exclusivamente de comida.
V.13 Vosotros. Enfático. Vosotros tenéis que proveer de alimento, no ellos. A no ser que vayamos a comprar. El original explicita enfáticamente el sujeto: A no ser que nosotros vayamos.  Reacción espontánea de perplejidad ante la propuesta que les ha hecho Jesús.
V.14 Unos cinco mil hombres. Literalmente, varones. Concentraciones mayoritariamente masculinas no son infrecuentes hoy en Oriente Medio.
V.16 Alzó la mirada al Cielo. El Cielo: denominación convencional sustitutiva del nombre de Dios para acentuar la reverencia debida al mismo.  Pronunció la bendición sobre ellos (los cinco panes y los dos peces). Jesús pidió a Dios que otorgara su beneplácito y favor a los cinco panes y los dos peces. Lucas es el único evangelista que habla de bendición en sentido de petición de alimento a Dios; los otros tres hablan de bendición en sentido de alabanza o acción de gracias a Dios por el alimento.
V.17 Cestos. El término griego parece referirse a las cestas  que usaban los judíos en sus viajes para evitar tener que comprar comida no judía impura. No podemos pasar por alto que el episodio se desarrolla en una zona con población no judía.
b. Texto
¿Qué dice en sí mismo?
Jesús se había retirado a solas con los Doce a la ciudad de Betsaida, en la costa noreste del lago Tiberíades. Enterada del hecho, la gente acudió en masa a donde estaba Jesús. En este punto comienza el texto de hoy: Jesús acogió a la gente, les hablaba del Reino de Dios y curaba a los necesitados de curación. A pesar de que la llegada de la gente rompe la privacidad de Jesús y los Doce, Jesús acoge a la gente, le da la bienvenida y se hace disponible a ella con lo que él tiene: la enseñanza sobre el Reino de Dios y el poder de Dios para curar enfermos. Disponibilidad sin prisas ni límite de tiempo. Las prisas y el límite vienen después: caía la tarde y los Doce se le acercaron. El texto nos revela ahora a un evangelista detallista: atardecer; propuesta concreta de los Doce a Jesús a la vista de las circunstancias concretas de tiempo y lugar; contrapropuesta también concreta de Jesús, objetada por los Doce desde el realismo; nueva propuesta concreta de Jesús, secundada esta vez por los Doce (vs.12-15).
Un diálogo tan concreto, espontáneo y tan poco especulativo tiene más de recuerdo memorable e inolvidable de alguien que ha  participado en él que de inventiva de un evangelista. Una lección práctica y muy concreta les estaba dando el Maestro a los Doce: desentenderse de quien está necesitado, negar al necesitado la atención y el cuidado, nada de eso tiene cabida en el Reino de Dios.
¿Cómo llevó a cabo el Maestro su lección práctica? Desde una estrecha relación con Dios, forjada en el conocimiento y la confianza. Tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que los repartieran a la gente. Momento culminante: Jesús mirando a Dios y pidiéndole comida para tanta gente como allí había.
El Padre escuchó a Jesús, de cuyas manos partieron panes y peces para toda aquella gente. Comieron todos y se saciaron. Cogieron las sobras: Doce cestos. Recuerdos precisos de una comida memorable e inolvidable, formulados no con la retórica de la  exageración o la grandilocuencia, sino con la sencillez de lo normal, en un fiel reflejo del estilo de actuación de Dios. El relato encierra verdad sagrada, por eso la credibilidad del mismo es grande y su apariencia insignificante.  
4. Meditación:
a. Indicaciones para nuestra vida
¿Qué dice para mí? A la luz del texto de hoy  me parecen pertinentes dos tipos de  preguntas.  
Primera: ¿Vivo desde Dios? ¿Abierto a Dios? ¿Cuento con Él? ¿Lo siento cercano e imprescindible?
Segunda: ¿Vivo abierto a los demás? ¿Disponible para ellos? ¿Sensible  a sus necesidades?
La respuesta de Jesús a estas preguntas la conocemos; el camino hecho por Él, también. Tenemos el referente fidedigno y seguro. Tratemos de responder y caminar como Él. El mundo sería totalmente distinto.
b. Preguntas y cuestiones
¿Cómo te explicas que Jesús Resucitado, que pertenece al mundo celestial, pueda estar presente en nuestro mundo por la eucaristía?
¿Qué entiendes por “signo sacramental”?
¿Cómo podríamos quitar la rutina que envuelve tantas misas y convertirla en la celebración gozosa y comunitaria de la muerte y resurrección del Señor?
¿Qué podemos hacer para superar la ignorancia y el poco compromiso de tantos fieles que van a misa?
Si la eucaristía es el sacramento central de la vida cristiana, ¿crees que realmente ocupa este centro en la fe de los sacerdotes y de los fieles?
¿Qué debemos hacer los sacerdotes y los fieles para corregir esta situación descentrada?
5, Contemplación:
La Eucaristía. Jesús bendice el pan y el vino, pero va más allá, le añade su entrega personal al Reino: su propia vida, su sencilla humanidad, su sacrificio, su cuerpo y su sangre, reales. Su miedo, su soledad, su incomprensión,... pero el amor incondicional al Padre por encima de todo. La alianza queda sellada por el mismísimo Amor, por el único.
6. Oración:
Gracias, Padre, porque nos invitas a los malos y a los buenos al banquete de tu Reino. Por los méritos de tu Hijo Jesús hemos recibido el traje de bodas que nos hace dignos de sentarnos a tu mesa. Tú ves el corazón, nos sondeas y nos conoces a cada uno. Aunque no merecemos  sentarnos a tu mesa, Tú nos invitas a participar del pan de los ángeles que contiene en si todo deleite y toda la fuerza para que sigamos peregrinando con seguridad y confianza en este mundo. En esta mesa de tu Reino  nos unes en familia para que seamos  luz y  sal en el mundo. Al gozar de tu mesa nos unimos a tu preocupación por tantos hijos tuyos, anémicos, sin vida y desganados. Viéndonos a acogidos por Ti en medio de tu gran familia, quisiéramos despertar el hambre y la sed de Espíritu en tantos hermanos nuestros desganados. Están hartos de manjares que no sacian la sed profunda que tus manos creadoras dejaron en nuestros corazones. Confiamos en que nos darás tu Espíritu. Por todo eso, con los testigos de tu Reino que ya gozan de tu presencia sin velos, te alabamos y te damos gracias.


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