Lectio divina. Año Litúrgico 2013-14. Ciclo A. 6 de Enero de 2014

Epifanía
I
s 60,16; Ef 3,23a.56; Mt 2,112
V/ Dios mío, ven en mi auxilio.
R/ Señor date prisa en socorrerme.
V/ Gloria al Padre…
R/ Como era en un principio…
Oración: Señor, Tú que en este día revelaste a tu Hijo unigénito a los pueblos gentiles, por medio de un estrella, concede  los que ya te conocemos por la fe poder contemplara un  día. Cara a carala hermosura infinita de tu gloria.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 71)
Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.
Se postrarán ante ti, Señor todos los pueblos de la tierra.
Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra.
Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo. Que los reyes de Saba y Arabia le ofrezcan sus dones; que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan.
Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres.
Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Salmo Bíblico 71
1(1b)Concede, oh Dios, al rey,
tu propia justicia y rectitud,
2para que con rectitud y justicia
gobierne a tu pueblo y a tus pobres.
3Ofrezcan las montañas y los cerros
paz y rectitud al pueblo.
4¡Que haga justicia el rey a los pobres!
¡Que salve a los hijos de los necesitados
y aplaste a los explotadores!
5¡Que tenga el rey temor de ti por siempre,
mientras el sol y la luna existan!
6¡Que sea como la lluvia y el rocío
que riegan la tierra y los pastos!
7¡Que abunden la paz y la rectitud
en los días de su reinado,
hasta que la luna deje de existir!
8¡Que domine de mar a mar,
del río Éufrates al último rincón  del mundo!
9¡Que sus enemigos, que habitan en el desierto,
se rindan humillados ante él!
10¡Que le traigan regalos y tributos
los reyes de Tarsis y de las islas,
los reyes de Sabá y de Sebá!
11¡Que todos los reyes se arrodillen ante él!
¡Que todas las naciones le sirvan!
12Pues él salvará al pobre que suplica
y al necesitado que no tiene quien lo ayude.
13Tendrá compasión de los humildes
y salvará la vida a los pobres.
14Los salvará de la opresión y la violencia,
pues sus vidas le son de gran valor.
15¡Viva el rey!
¡Que le den el oro de Sabá!
¡Que siempre se pida a Dios por él!
¡Que sea siempre bendecido!
16¡Que haya mucho trigo en el país
y que abunde en la cumbre de los montes!
¡Que brote el grano como el Líbano
y que haya tantas espigas como hierba en el campo!
17¡Que el nombre del rey permanezca siempre;
que su fama dure tanto como el sol!
¡Que todas las naciones del mundo
reciban bendiciones por medio de él!
¡Que todas las naciones lo llamen feliz!
18Bendito sea Dios, Señor y Dios de Israel,
el único que hace grandes cosas;
19bendito sea por siempre su glorioso nombre.
¡Que toda la tierra se llene de su gloria!
¡Amén!
COMENTARIO
1. PRIMERA LECTURA: CON ISRAEL
* Este salmo, escrito después del exilio, en una época en que ya la dinastía de David no estaba en el trono, se refiere directamente al "rey-Mesías", ¡al reino Mesiánico esperado como "universal' y "eterno"! Sólo Dios puede tener un reino eterno, "que dure tanto como el sol, hasta la consumación de los siglos". En vano un rey cualquiera puede pretender tal cosa. Como en los demás salmos, encontramos en éste, el procedimiento literario llamado de "revestimiento": se trata de un lenguaje florido, que utiliza el "estilo de las cortes reales de oriente", con sus hipérboles gloriosas y su ideología real, para expresar un "misterio", para "revestir" una revelación no sobre un sistema político sino sobre Dios mismo.
SEGUNDA LECTURA: CON JESÚS
** Ningún salmo más apropiado que éste, para celebrar la Epifanía. Es como una profecía que anuncian los "magos": "los reyes de Saba y de Arabia harán sus ofrendas"... Pero más allá de los detalles concretos de este género, este salmo en su totalidad tiene que ver con Jesús, amigo y protector de los pobres, defensor de los desgraciados, vencedor del mal, que hace "lamer el polvo" a nuestros enemigos: ¡el pecado y la muerte! No hay otro rey como El. ¡Sólo aquel reino, el suyo, el reino del amor sin fronteras, es eterno! Y nosotros estamos invitados a hacerlo "llegar": "Adveniatregnum tuum... ¡Que venga tu reino!".
Nos imaginamos a Jesús cantando este salmo con sus compatriotas en la Sinagoga de su pueblo, El, un carpintero ignorado, "pequeño y pobre" El mismo, y sin embargo, perfectamente consciente que su "obra real" se extenderá hasta los ¡"confines de la tierra, y que en El, serán benditas todas las razas de la tierra"!
TERCERA LECTURA: CON NUESTR0 TIEMP0
*** "Esta oración por el rey", esta "oración por el reino de Jesús", hay que rehacerla, darle vida hoy. Nosotros tenemos esta misión. No podemos esperar pasivamente: tenemos que trabajar en ello. Y cada uno de nosotros lo puede, aunque su situación sea muy modesta... Ahora bien, nuestros puestos de "responsabilidad", si los tenemos, debemos revisarlos a partir de este programa, el programa-Jesús:
"Hasta los confines de la tierra... Todos los países, todas las razas..." ¿Tengo el corazón suficientemente abierto? ¿Me encierro en mi pequeño universo aislado y mohoso? El proyecto de Dios es universal. Por la televisión, la radio y demás medios de comunicación, el universo entero está a las puertas. Puedo obrar en Bangla Desh, en Rusia, en Indonesia... mediante la oración, y mis compromisos. las misiones y todas las obras en favor de los pobres del tercer mundo, esperan mí cooperación activa.
"Que aplaste al explotador... Que sus enemigos muerdan el polvo..." ¡Sí, el mal tiene que desaparecer! La explotación del hombre por el hombre tiene que desaparecer. ¿Por qué se acusa sin más de marxistas a quienes utilizan el lenguaje de los salmos y del Evangelio? ¿Cómo podemos marginarnos de las luchas humanas que buscan acabar el mal entre los hombres?
"La justicia... La justicia... La justicia..." La aspiración a la justicia es cosa de todas las épocas (¡ella colma este salmo!). Pero se ha reavivado particularmente en nuestro tiempo. ¡Tanto mejor! ¿Qué hacemos para que ésto sea una realidad? Quedan aún muchos lugares en que la justicia debe reinar: la familia, el trabajo, los grupos, las relaciones internacionales... Ocupar el tiempo trabajando honestamente... Pagar el justo precio... El justo salario... Ser justo con los hijos, los amigos, los colegas... ¿Podré recitar este salmo 71 sin comprometerme en la lucha por la justicia allí donde Dios lo quiere?
"Los desgraciados... Los pobres... El mendigo..." La justicia no consiste solamente en mantener la balanza equilibrada, sino en hacerla inclinar voluntariamente en favor de aquellos que están más expuestos a padecer los golpes de la injusticia. Es más grave perjudicar al débil que al poderoso, porque el poderoso tiene con qué defenderse, no así el "pequeño". El rey-Jesús-Mesías toma partido por los pobres: ¿y nosotros?
"La abundancia... El oro de Saba... El país convertido en un campo de trigo..." Imágenes de fecundidad y de felicidad, imágenes de prosperidad casi milagrosa de la era Mesiánica. Imágenes materiales, símbolos de la felicidad espiritual que Jesús trae aun a aquellos que están desamparados y que desconocerán siempre las riquezas y la saciedad. Esta felicidad Mesiánica esencial, es la "paz", unida dos veces a la "justicia" en esta oración. Señor, danos la "paz", da a todos los hombres la "paz" (Shalom).
Todos responsables. Si somos de temperamento muy democrático, republicano, nos sentiremos quizá molestos por la ideología real que llena este salmo. "Reyes" en el sentido estricto de la palabra, no hay muchos en nuestro tiempo. La "oración" por el "rey" expresada en este salmo puede parecer "pasada de moda" a muchos hombres de hoy, cuyo ideal es la participación al máximo de los grupos, las asociaciones, el pueblo, los sindicatos, en el "poder"... A veces se llega hasta la "autosugestión". ¿Hay que echar este salmo al olvido o al museo de antigüedades? Por qué más bien, no rezarlo "con nuestro tiempo", infundiéndole todo lo que el mundo moderno tiene de bueno cuando desea una mayor difusión de responsabilidades. Si hoy hay menos reyes, hay por otra parte más y más personas responsables en todos los niveles. Entonces, oremos por ellos. En su oración universal de cada domingo, la Iglesia nos invita a hacerlo. Este salmo tomaría una tonalidad muy moderna si supiéramos actualizarlo orando precisamente por aquellos que tienen cargos de responsabilidad. "Que gobiernen con justicia... Que respeten los derechos de los desgraciados... Que cuiden de los débiles y los pobres... Que luchen contra la opresión y la violencia... Que promuevan la prosperidad y la paz" Y no olvidemos que "orar por los responsables" no nos dispensa jamás de participar en su trabajo. En una verdadera democracia el éxito del bien común, la marcha de una empresa, el ambiente de una familia, no dependen solamente de aquellos que tienen el poder: todos tenemos una parte de responsabilidad en el progreso de la justicia.
El rey no es el Rey. Israel nos da una lección válida para todos los tiempos y todos los sistemas políticos: ¡en la Biblia, el rey no es el rey! ¡El Rey es Dios! Bajo la apariencia de un régimen semejante al de sus vecinos, Israel vivió de hecho una experiencia original: ni realeza, ni democracia... sino teocracia, Dios es el Señor. Hay alguien que está "sobre" aquellos que tienen el poder. Ellos no pueden gobernar a su capricho, ni para su provecho personal. Los notables serán juzgados. Cuando se "ora por el rey" en Israel, es en el fondo una manera de recordarle sus deberes: hay un proyecto de Dios sobre las sociedades, al que debemos todos tratar de amoldarnos.
NOEL QUESSON
50 SALMOS PARA TODOS LOS DIAS. Tomo I
PAULINAS, 2ª Ed. BOGOTA-COLOMBIA 1988, págs. 144-147

 
2. JUSTICIA PARA LOS OPRIMIDOS
La oración de Israel por su rey era una oración por la justicia, por el juicio imparcial y por la defensa de los oprimidos. Mi oración por el gobierno de mi país y por los gobiernos de todo el mundo es también una oración por la justicia, la igualdad y la liberación.
«Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes: para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. Que los montes traigan paz, y los collados justicia. Que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre y quebrante al explotador».
Rezo, y quiero trabajar con toda mi alma, por estructuras justas, por la conciencia social, por el sentir humano entre hombre y hombre y, en consecuencia, entre grupo y grupo, entre clase y clase, entre nación y nación. Pido que la realidad desnuda de la pobreza actual se levante en la conciencia de todo hombre y de toda organización para que los corazones de los hombres y los poderes de las naciones reconozcan su responsabilidad moral y se entreguen a una acción eficaz para llevar el pan a todas las bocas, refugio a todas las familias y dignidad y respeto a toda persona en el mundo de hoy.
Al rezar por los demás, rezo por mí mismo, es decir, despierto y traduzco a mi situación lo que he pedido para los demás en la oración. Yo no soy rey, los destinos de las naciones no dependen de mis labios y no los puedo cambiar con una orden o con una firma. Pero soy hombre, soy miembro de la sociedad, soy célula en el cuerpo de la raza humana, y las vibraciones de mi pensar y de mi sentir recorren los nervios que activan el cuerpo entero para que entienda y actúe y lleve la redención al mundo. Para mí pido y deseo sentir tan al vivo la necesidad de reforma que mis pensamientos y mis palabras y el fuego de mi mirada y el eco de mis pisadas despierte en otros el mismo celo y la misma urgencia para borrar la desigualdad e implantar la justicia. Es tarea de todos, y por eso mismo tarea mía que he de comunicar a los demás con mi propia convicción y entusiasmo, para lograr entre todos lo que todos deseamos.
Israel seguirá rezando por su rey:
«Porque él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres; él rescatará sus vidas de la violencia, su sangre será preciosa a sus ojos».
Y el Señor bendecirá a su rey y a su pueblo:
«Que dure tanto como el sol, como la luna de edad en edad; que baje como lluvia sobre el césped, como llovizna que empapa la tierra; que en sus días florezcan la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confin de la tierra».
Que reine la justicia en la tierra.
CARLOS G. VALLÉS
Relectura Salmo 71  en clave cristina
¿cuándo va a llegar ese día
En que Tú rijas el mundo con justicia
Y haya para los humildes rectitud?
¿Cuándo vamos a ver
La justicia y la paz en este mundo.
Una pz que domine de mar a mar
Y que llegue  todos los confines de la tierra?
¿Cuándo los reyes de la tierras,
Y los que no somos reyes,
Se postrarán ante ti, Señor,
Como se postraron los reyes de Oriente?
¿Cuándo todos  los pueblos,
te van  servir
van a cumplir tus preceptos
y van a vivir como tú nos quisiste?
Sólo nos queda pedir
Y Tú quizás nos atiendas,
No quizás, sino que nos tiendes,
Pero no podemos olvidar que el mundo está en manos de los reyes y poderosos
De este mundo
Y también en nuestras manos.
Ayúdales Señor y ayúdanos a todos.

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